La Llamada Perfecta
Quiénes, cuándo, dónde y porqués de una llamada para la Historia, o, más exactamente: el chantaje a una potencia extranjera para su injerencia electoral y sus consecuencias actuales
Esta entrega de El Mal De Nuestro Tiempo iba a suceder en algún punto cercano, dado que está relacionada con diversas tramas: algunas de ellas ya han sido aquí contadas; otras están por publicarse y conectarse.
Hay dos razones por las que La Llamada Perfecta se publica hoy.
Por su relación directa con hechos que están sucediendo ahora.
Por la sorprendente falta de memoria de la prensa y su efecto en los lectores. Estos últimos no tienen una responsabilidad profesional en conocer hechos de índole histórica; los periodistas de las secciones de Internacional sí, especialmente con hechos tan recientes y de influencia tan directa con lo que informan ahora.
Hagamos un ejercicio de memoria. Uno que no es ni complicado ni lejano: recordemos que el 25 de julio de 2019 el presidente Trump y el presidente Zelenski (que había ganado las elecciones en Ucrania 4 meses antes) mantuvieron una llamada telefónica formal —por tanto agendada y tratada por ambos gobiernos y sus equipos como tal.
Pronto comenzamos a leer comentarios y publicaciones indicando que el presidente Trump podría haber presionado a una potencia extranjera a cambio de injerirse en su campaña presidencial, algo que recordaba con preocupación a los hechos que probaron el Informe Mueller y el del Comité de Inteligencia del Senado. En pocos días se identificó al interlocutor, Volodimir Zelenski, nuevo presidente de Ucrania.
Había además una queja formal de un testigo de la llamada. Lo que presenció le llevó a escribir al Director General de la comunidad de Inteligencia de los EUA con carácter urgente (veremos más adelante en qué fecha sucedió esto y qué pasó con la queja del que sería uno de los grandes protagonista del primer impeachment1 a Trump).
La credibilidad de los pocos datos que consiguieron filtrarse era contrastable hasta tal punto que Trump hizo pública “la llamada”. ¿Por qué utilizo comillas? Porque nunca conseguimos escuchar la conversación entre Trump y Zelenski tal cual sucedió. Lo que se publicó en septiembre fue una dramatización creada y autorizada por el equipo de Trump.
Y ¿por qué no se publicó jamás el audio ni la transcripción de la llamada? Es más, ¿cómo sabemos que fue una dramatización manipulada si aun así le llevó a su primer impeachment?
Vamos a analizar cronológicamente los hechos de los que Trump denominó “la llamada perfecta”. Las respuestas están en ellos. Conseguiremos además encontrar sentido a muchas acciones transnacionales posteriores, incluyendo eventos actuales (y, sin duda, futuros).
Cronología de los hechos
17 de abril de 2019: se publica el conocido como Informe Mueller.
21 de abril de 2019: Zelenski gana las elecciones en Ucrania. Líderes mundiales, incluyendo a Trump, lo felicitan.
Mayo de 2019: Rudy Giuliani planea viajar a Ucrania para anunciar desde allí dos antiguas conspiraciones de GRU anteriormente explicadas aquí:
En 2017 activos y agentes del gobierno ruso (siendo uno de sus principales instigadores Paul Manafort) diseminaron la falsa narrativa de que el gobierno ucraniano y no el ruso había interferido en las elecciones de 2016. El 12 de julio de 2017 Cyber Berkut —que llevaba meses “dormido”— diseminó el bulo y lo acompañó con la información falsa de que un oligarca ucraniano había financiado la Clinton Foundation como pago
El segundo anuncio sería una inexistente investigación sobre los Biden (el abogado personal de Trump siempre lo tomó como su único rival electoral). Esto además ayudaría a trabajar en un indulto presidencial para Paul Manafort y los 8 cargos sobre los que había sido encontrado culpable. Se filtra el plan y Giuliani aborta el viaje. Culpa al entorno de Zelenki de la filtración y declara que Ucrania es enemiga de Trump. Tres días después, Trump anuncia que el vicepresidente Pence, que iba en su representación, anula su viaje a la toma de posesión de Zelenski. Envía una comitiva demeritoria encabezada por los autodenominados ‘The Three Amigos’: el Secretario de Energía (Rick Perry), uno de los principales donantes de la campaña Trump y su embajador en la Unión Europea (Gordon Sondland), y el representante especial de negociaciones con Ucrania (Kurt Volker).
Como declararía más adelante el oficial del Departamento de Estado de EUA, George Kent, Trump es influenciado en su visión sobre Ucrania por Vladimir Putin y Viktor Orbán (con quien se reunió ese mes en la Casa Blanca).
18 de junio de 2019. El Congreso de los EUA ya había autorizado la ayuda a Ucrania para el año fiscal 2019 de 391 millones de dólares: 250 del Departamento de Defensa y 141 del Departamento de Estado. El Departamento de Defensa anuncia que ese día 18 va a entregar la ayuda anunciada en un comunicado la semana anterior dado que se cumplían todas las condiciones requeridas a Ucrania y el conocimiento/colaboración de organizaciones y gobiernos “preocupados” [Susan-Collins-preocupados, visto lo visto] por las acciones militares de Rusia sobre territorio ucraniano.
La ayuda no salió a Ucrania.
El 2 de julio, Kurt Volker entrega en Canadá un mensaje a Zelenski, indicándole que se centrara en el “factor Giuliani” en su relación con los EUA, dado que Giuliani había dejado claro a Volker y Sondland que Zelenski no sería recibido en la Casa Blanca (donde necesitaba hablar con el presidente sobre la ayuda que Ucrania llevaba recibiendo desde la ocupación del este de su país y la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, y que Trump estaba reteniendo por alguna razón que no conocía aún) hasta que Ucrania anunciara dos investigaciones que ayudarían en la campaña presidencial de Trump, que trataba de ser reelegido en 2020.
En efecto, Andrey Yermak (entonces oficial de presidencia de Zelenki; más tarde su jefe de gabinete) escribió a Volker ese día: “siento que la clave para muchas cosas es Rudi [sic]”.
3 de Julio de 2019. La Oficina de Gestión de Presupuesto de la Casa Blanca bloquea los 141 millones de dólares en seguridad asistencial del Departamento de Estado.
10 de julio de 2019, el tercer Asesor de Seguridad Nacional de Trump en dos años, John Bolton, reúne a oficiales ucranianos y estadounidenses (incluyendo a ‘The Three Amigos’ y dos de los protagonistas del impeachment a Trump por el intento de soborno a cambio de injerencia electoral a una potencia extranjera: el Teniente Coronel Alexander Vindman, que pronunció la ya célebre frase durante su comparecencia “Aquí lo correcto importa”, y la Dra Fiona Hill, Badass Suprema, role model para tus hijos, una de las mayores expertas en Rusia del mundo e, incidentalmente, Directora para Europa y Rusia del Consejo de Seguridad Nacional. Cuando los representantes ucranianos preguntaron sobre la ayuda que seguían sin recibir, Sondland les respondió que les había conseguido una reunión con el Jefe de Gabinete en funciones, Mick Mulvaney, para programar la visita de Zelenski una vez que anunciara las “investigaciones”. Bolton canceló la reunión en ese momento.
Aun así, Sondland continuó la reunión en la Ward Room, indicando que Mulvaney se comprometía a conseguir la reunión con Zelenski en la Casa Blanca si se seguían las directivas anteriores pero con estas nuevas peticiones añadidas: Ucrania debía anunciar las dos investigaciones (que fue Ucrania y no Rusia quien cometió injerencia en las elecciones de 2016 y que Biden estaba bajo investigación) con el requerimiento añadido de que Biden/Burisma se incluyeran en la misma frase y que Zelensky lo anunciara en la cadena CNN.
Tanto Vindman como Hill se negaron a inmiscuirse en “recados de política doméstica” que no seguían los canales apropiados e iban en contra de la responsablibidad respecto a la seguridad nacional.
“No formo parte del trato de drogas que se traen Sondland y Mulvaney”, respondió Bolton a Hill cuando esta le informó de esa segunda reunión. Dejo el original en inglés porque la traducción, al ser en parte lenguaje figurado, puede dar lugar a equívocos: “I am not part of whatever drug deal Sondland and Mulvaney are cooking up on this.”
Hill y Vindman informan por separado al Asesor Legal del Consejo de Seguridad Nacional.
12 de julio de 2019. La Casa Blanca bloquea el resto de la ayuda: los 250 millones del Departamento de Defensa.
18 de julio de 2019. Ha pasado un mes desde el anuncio de la entrega de la ayuda a Ucrania del Departamento de Defensa. La Oficina de Gestión de Presupuesto de la Casa Blanca (OMB) anuncia la orden presidencial de la paralización de cualquier ayuda a Ucrania a todas las agencias relevantes. Numerosos oficiales de estas agencias muestran preocupación por la legalidad de esta acción y por las consecuencias tanto de seguridad nacional como de pérdida de vidas en Ucrania.

El 19 de Julio de 2019, Volker desayuna en el Hotel Trump de Washington DC con Giuliani y su asociado Lev Parnas (ya sabéis, del dúo cómico-criminal hoy condenado Parnas y Fruman).




Volker muestra su preocupación por los ataques contra Biden respecto a Ucrania por ser “falsos” y por dirigirse “a una persona íntegra” y advierte a Giuliani sobre el fiscal ucraniano Yuri Lutsenko (Giuliani ya trabajaba con él) y le ofrece una reunión con Yermark, hombre de confianza de Zelenski (reunión que sucedería en agosto en Madrid).
Tras el desayuno, Volker informa a Sondland y Taylor sobre su encuentro con Giuliani. Su texto dice:
“Lo más imp[ortante] es que Zelenski diga [en la llamada que seguía sin conseguir con Trump tras el bloqueo de la ayuda] que ayudará a investigar y que se encargará de cualquier asunto específico personal si es que lo hubiera [en referencia a la decisión de Zelenski de retirar de su cargo como fiscal a Lutsenko por su historial de corrupción]”
A continuación Sondland recomendó a Zelenski que dijera a Trump que “no dejaría piedra sin remover [en el anuncio de la investigación que Trump le pidiera]”.
20 de julio de 2019. Zelenski hace saber al embajador estadounidense en Ucrania, Bill Taylor, que “no quería ser usado como un peón de la campaña de reelección de los EUA”
Taylor volvió al servicio diplomático con numerosas reservas: le preocupaba el trato recibido por la antigua embajadora en Ucrania, conocida especialmente por su trabajo para luchar contra la corrupción, Marie Yovanovich, ‘Masha’, que tras 33 años de servicio fue despertada en medio de la noche e instada a huir por sus oficiales temiendo por su vida (su testimonio en el primer impechment a Trump puso 4 nombres a esta amenaza: Quitadla-de-enmedio-Trump, Giuliani, Lutsenko y John Solomon, este último en una campaña de desacreditación en connivencia con el medio The Hill) y el bloqueo de una ayuda establecida desde hacía años a Ucrania para su defensa ante las ofensivas rusas. El entonces Secretario de Estado, Mike Pompeo, le aseguró que la política estadounidense seguiría apoyando a Ucrania.

24 de julio de 2019. El fiscal especial Robert S. Mueller III declara ante el Congreso de los EUA sobre el informe, pero únicamente sobre las partes que ha permitido el Fiscal General del Estado, Bill Barr. En esa fecha el informe estaba extensamente censurado.
Robert Mueller testifica que no se le permite imputar a un presidente durante su cargo pero que puede hacerse una vez deje la presidencia. Esta es una de las razones por las que Trump trató de parar la certificación electoral con el asalto al capitolio y está logrando convertirse en el candidato republicano para las elecciones de 2024. (Vía PSB)
25 de agosto de 2019. Un día después de la audiencia de Mueller es el día que Trump elige para mantener la conversación telefónica con el presidente ucraniano. Tras los hechos que se explican a partir del 12 de agosto, Trump siente gran presión para hacer pública su conversación con Zelenski, dado que hay informaciones sobre chantaje a una potencia extranjera, petición de injerencia electoral (esto tras el Informe Mueller no podía tomarse a la ligera) y quid pro quo.
Sin embargo, a fecha de hoy, seguimos sin conocer el contenido exacto de la llamada (solo hemos conseguido reconstruir parte de la conversación gracias a los oficiales que testificaron en el primer impeachment a Trump).
“Pero la llamada fue publicada”, estaréis preguntándoos posiblemente.
La realidad es que cuando la presión era insostenible, la Administración Trump dio el visto bueno a una dramatización de la conversación, y nunca a una transcripción de la llamada en sí. De hecho, cuando se envió citación judicial al documento, descubrimos que ni siquiera había sido guardada en el servidor correspondiente. La conversación había desaparecido.
Esto incumple la Ley de Registros Presidenciales (Presidential Records Act, PRA), ley que se creó precisamente tras el intento de la Administración Nixon de destruir los documentos incriminatorios en el Watergate.
Es curioso que pese a mostrar una dramatización creada ad hoc, no se encontrara potencial problema en la frase que revolucionó las redacciones y los despachos de senadores y congresistas:
En plena conversación sobre la ayuda a Ucrania, en la dramatización aprobada por el propio Trump y su equipo, el entonces presidente estadounidense dice “Sin embargo me gustaría que nos hicieras un favor” (I would like you to do us a favor though), y enseguida pasa a nombrar CrowdStrike, firma de seguridad protagonista de una teoría de la conspiración que trata de negar que el hackeo a los servidores del partido demócrata —y, por cierto, también al republicano; lo retomaremos en el futuro— lo cometió la inteligencia militar rusa), desacreditar a Mueller (suponemos que por rencor, dado que no pintaba nada en ese párrafo), e indicar a Zelenski que trabajase con Bill Barr y Mike Pompeo, incriminándolos a sabiendas en esta trama.
Además de los informes judiciales y de la comunidad de inteligencia, la empresa CrowdStrike identificó en junio de 2016 que los servidores habían sido atacados por agentes rusos y posteriormente publicados por WikiLeaks (ya llegaremos a este punto, un punto con más pruebas que preguntas pese al ruido mediático). De hecho, basándose en las pruebas forenses, el equipo de fiscal especial Robert Mueller imputó a 12 agentes de los servicios de Inteligencia Militar Rusa (GRU).
Aprender a identificar el argot de la mafia es clave para entender cómo actúa esta. Este es un ejemplo histórico: sugerir, pero con la suficiente claridad, que debes hacer algo, sin implicarte demasiado al decirlo. [Estamos escuchando bastantes audios en diversos asuntos en español, audios que tratamos de justificar dependiendo de los sesgos de quien escucha: si nos esforzamos en ignorar estos sesgos, abstraernos, centrarnos en las palabras y las motivaciones, sin duda identificaremos este argot a menudo.]
Otra pregunta importante que podríais estar planteándoos: ¿Por qué anunciar una investigación sobre eventos inexistentes? Porque gracias (entre otros factores) a la decisión de James Comey de anunciar otra investigación sobre los correos de la rival política de Trump días antes de las elecciones, y ocultar la investigación sobre la injerencia rusa, Trump ganó las elecciones. Si funcionó entonces, merecía la pena repetir la estrategia.
2 de agosto. Giuliani se reúne en Madrid con Yermak , a quien indica que Zelenski debe hacer la declaración pública, sin la cual no pueden barajarse fechas para el encuentro en la Casa Blanca de ambos presidentes y su potencial conversación sobre la ayuda a Ucrania.

Volker sugiere a Giuliani que “estaría bien” que “informase al jefe” (Trump) sobre “los resultados en Madrid”.
Giuliani, perro viejo en cuestiones de cortinas de humo, publicó sobre su estancia en Madrid, 24 horas después, en otra localización y con cebo que interesaba a la prensa local: legítimo, pero, en ese momento, en absoluto prioritario en comparación con el chantaje sobre una potencia extranjera en situación desesperada para que interfiriera fabricando información para influir en la reelección de un candidato presidencial a la Casa Blanca.
La prensa picó (la mayoría de los medios españoles, con mínimas honrosas excepciones, tardó al menos dos años en publicar sobre esto, como sucede en este artículo que indica erróneamente que había una investigación sobre un plan “diseñado e implementado” por Ucrania, no por Giuliani —aseveración consistente con las desinformaciones de la Inteligencia Militar Rusa—, e indicando, también erróneamente, que las investigaciones no se habían conocido hasta mayo de 2021: el Informe Mueller se publicó 25 meses antes).
9 de agosto de 2019. Sondland informa al Consejero del Departamento de Estado, Ulrich Brechbuhl, y escribe a Pompeo (con copia a Brechbuhl y la Secretaría Ejecutiva del Departamento) que confiaba en tener en un par de días el borrador de la declaración de Zelenkski, un borrador “que haría al jefe [Trump] lo suficientemente feliz como para autorizar una invitación [a Zelenski]”.
12 de agosto de 2019. Andrey Yermak envía a Volker un borrador. Giuliani lo rechaza, indignado por que no mencione ninguno de sus dos requerimientos (Biden e injerencia de Ucrania en vez de Rusia), indicando a Volker que “si no dice ‘Burisma’ y ‘2016’, ¿de qué sirve?”. .
Volker reconoce a Yermak que nada de esto seguía los cauces oficiales del Departamento de Justicia.
Mientras, el Inspector General de la Comunidad de Inteligencia (ICIG), Michael Atkinson, recibe, siguiendo los canales oficiales bajo la Ley de Protección de Informantes de la Comunidad de Inteligencia (Intelligence Community Whistleblower Protection Act, ICWPA) una queja formal de un oficial de inteligencia sobre la llamada entre Trump y Zelenski el 25 de julio. La existencia de este proceso de denuncia interna es importante no solo para este artículo, sino para otros casos de gran peso internacional y de protagonismo en nuestros medios de comunicación y redes sociales.
26 de agosto de 2019. Atkinson había encontrado la queja “urgente y creíble”, de modo que la entrega a a Joseph Maguire, Director en funciones de Inteligencia Nacional (DNI). Según la ICWPA, el DNI "debe", dentro de los siete días posteriores a la recepción, enviar la queja al Comité de Inteligencia del Senado y la Cámara de Representantes. Maguire no lo hizo.
9 de septiembre de 2019. Atkinson informa al congreso de la existencia de denuncias de informantes, en plural, y la ocultación por parte de Maguire.
El 10 de septiembre, el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes (HPSCI), Adam Schiff, le escribió a Maguire, preguntándole por qué no había enviado la queja. Aquí empezamos a escuchar el término no legal inventado por Trump “inmunidad absoluta”. Schiff envió citación a Maguire para comparecer ante el Comité y Maguire trató de aferrarse a la figura legal imaginaria de la inmunidad absoluta.
Segunda audiencia (primera pública) de Joseph Maguire ante el Comité de Inteligencia tratando de salvar su… ¿puesto? (Vía PBS)
Comenzamos a usar estos hashtag/etiquetas en redes #WhistleblowerGate #WhistleblowerComplaint #ucraniagate #informantegate. A fecha de hoy, todos los anteriores y el "#Rusiagate siguen siendo tomados a broma por parte de algunos periodistas en español, incluidos los denominados “factcheckers”.
24 de septiembre de 2019. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anuncia una investigación para abrir el proceso de impeachment contra el 45.º presidente de los EUA.
Octubre de 2019: Mick Mulvaney, aún Jefe de Gabinete de la Administración Trump confirma en rueda de prensa que Trump:
Retuvo la ayuda a Ucrania a cambio de que condujeran una investigación política, y que lo superásemos de una vez porque lo hacían continuamente (“Get Over’ Quid Pro Quo: ‘We do that All The Time’”)
Explicada la cronología, creo importante hacer hincapié en dos temas sobre los que dialogar:
La inexplicable explosión mediática en 2022 sobre el hecho de que Ucrania recibiera ayuda de los Estados Unidos de América para defenderse de los ataques de la Rusia de Putin. Esa ayuda no solo era conocida al centavo, sino que su congelación supuso un hecho que forma parte de la Historia de siglo XXI [disculpas, no existe aún la opción de versalitas]. Cuando los hechos se interponen en nuestra narrativa no estamos informando. La confusión de aprehender ambos está mostrándonos una triste confusión sobre dónde colocar las lealtades, cuando en periodismo (da igual la ideología) debe recaer siempre sobre los hechos; si son hechos históricos con menos de 3 años de antigüedad, parece más que razonable.
Las revelaciones que conocimos gracias al impeachment: revelaciones trágicas, graves, definitivas, impactantes… y sus consecuencias o la ausencia de ellas. Estas revelaciones tendrán, claro está, su propio artículo.
Utilizaremos la expresión en inglés impeachment, dado que las traducciones al español son inexactas y dan lugar a dudas (como sucede con “juicio político”). En su propio artículo se explicarán las características del proceso.